Teatro del Velador "Natta"
Natta parte de un interrogante y la respuesta que al mismo da el dramaturgo “¿Qué es lo que me fascinaba, pues, del maravilloso mundo del circo? Pudiera haber sido tal vez la abigarrada mezcla de riesgo y diversión, pulsión de vida y pulsión de muerte, que conlleva el espectáculo del riesgo y de lo desconocido, de luces y oscuridad, cuando sólo puede presentirse el peligro facturado para ser vendido bajo una carpa de lona… pero creo que no, ahora sé que no podría explicar aquella fascinación sin recurrir a lo que nunca puede faltar en un circo (así lo pregonaban en el Price): “Los payasos impregnan esos recuerdos, personifican la alegría infantil, un sentido de lo cómico, del humor y de la risa que, en definitiva, cautiva la memoria. Los primeros recuerdos que me acompañan…”